lunes, 22 de septiembre de 2014


EL ORGASMO.


 

Quizás nadie lo pueda creer, pero hoy he tenido el más maravilloso de los ORGASMOS que un ser humano pueda tener.

Las tres, han vertido sobre mí, los jugos del deseo. No quedo trozo de mi cuerpo, que no fuese humedecido por sus fluidos.

Las siete horas que duró la cópula, han sido maravillosas. Espontaneas, inverosímiles, fantásticas, fabulosas, soberbias,  llenas de pasión, de dulzura, de agrado, de placer carajos de placer, de mimos y de caricias. Nada puede ser comparado a mi experiencia de hoy.

Fueron siete horas intensas, donde sus fluidos, resbalaron por mi rostro, por mis desnudas manos, se introdujeron en mis uñas (aún tengo su olor después de haberme duchado), mi pecho mezclaba el sudor que emanaba, con sus jugos. Era el más espectacular de todos los juegos eróticos que jamás un hombre pueda desear, soñar, anhelar. Lo cual me hizo llegar al éxtasis total a eso de las 5 de la tarde.

He de decir, que me he ayudado no solo de mis manos, no solo de mi destreza, sino también del vibrador que placer daba a raudales, pues cada vez que lo introducía, sus jugos afloraban más aun al exterior. Lo cual hacía cada vez más y más aumentar mi excitación. Mis deseos de seguir jugando con ellas, de coquetear con una, mientras la otra se marchaba, no lejos de mi cuerpo. Las deseaba a las tres, no podía apartar mi mirada de ellas, era como si estuviese poseído por un deseo extraño. Como si fuese la primera vez.

Sé que he sido egoísta, pues abrazaba con fuerza a una de ellas más que a las otras dos, pero era ella la que más placer me daba, pues cada vez que a mí se acercaba, vomitaba más y más fluidos por su parte inferior. Era un maravilloso baile que nos hacía fundirnos en uno solo. Nada tiene comparación, con lo vivido hoy.

 

Sé que más de uno, al verme disfrutar así, haya tenido algún ataque de celos, pero que carajos, si me tenéis que llamar egoísta, llamádmelo. Cuando volveré a disfrutar de estas tres hermosuras juntas y durante 7 horas??.

 Sus nombres han quedado grabados a fuego en mi corazón, pues jamás ninguna me dio el placer que estas tres hermosuras me han dado hoy. Nunca ninguna fémina, llegara a darme el éxtasis que hoy viví. Podría vivir tres vidas más y jamás sentiría lo que hoy he llegado a sentir.

Una era gordita, pero era la que aportaba “la sustancia” a mi placer. La otra era alta y delgada, la que transportaba esa sustancia hasta mis manos, hasta mi cuerpo. La tercera… Bueno la tercera era la que mas placer me ha dado en estas siete horas, era algo más pequeña que las otras dos, más ancha de arriba que de abajo, pero no veáis que bajos. Impresionantes, pues cada vez que los abría me llevaba al máximo exponente del placer, y vertía sobre mi sudoroso cuerpo sus fluidos una y otra vez.

 

Ojala Dios se apiade de mí por pecar de esta manera tan simple, pero al mismo tiempo tan maravillosa. Ojalá Vengan más días de estos en fechas venideras, pues los necesito casi más que el comer. Ojalá nunca me falten de este tipo de experiencias, pues ellas son las que llenan mis deseos.

 

Uffffffffffffffffff, excitación al máximo. Incluso creo que ahora, en la soledad de mi habitación, desnudare mi mente, para masturbarla con su recuerdo. Pues la maravillosa experiencia, me hace sentirme aún más vivo, más deseoso, y ojala pudiese regresar al calor de sus cuerpos en esta noche de cansancio.

 

 

Os presento a mis tres Amores, con los cuales he compartido una maravillosa experiencia.



 
La hormigonera,
La grúa.
La cuba.
Mis amores de hoy.
Y os presento al consolador


 


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