20- marzo- 2012, mientas
como en las frias montañas de Suiza. (Bonstetten)
Por fin llego la primavera, como semanas atrás me anunciaron las pequeñas florerillas salidas de la nieve.
Anoche fui a dar de comer a
mi querida pajarilla, aquella que alegro tantos días mi casa. Alterada,
revoloteaba por su llamada “Jaula”, e incluso llego a picarme la mano mientras
le daba de comer.
Esa pajarilla, encontrada
un día en la calle, muchos años atrás, la cuide, de di cariños, un lugar donde
vivir, incluso le curé las heridas que traía y hoy desea tener libertad para
volar, ella desea ser libre, volar junto otros pájaros de vistoso plumaje, alegre
gorjeo y mas jóvenes.
Con lágrimas en mis ojos, abrí
la puerta de su llamada “Jaula”, donde moró tantos años y le di su ansiada
Libertad. Ahora solo me queda limpiar de su plumaje viejo y cambiado, la
“Jaula” donde vivió tantos años y dejar la puerta abierta, por si algún día
desea regresar nuevamente ella.
Nunca volveré a curar sus
heridas si regresa, con el paso de los tiempos, de sus vivencias con aves
rapaces y aves de vuelos nocturnos.
Cada día pondré comida en
el comedero, por si su pequeña cría, decide volver algunos ratos a su “Jaula”,
mientras su mamá, revolotea en la primavera con jóvenes jilgueros de hermoso
plumaje. Dejo la puerta abierta, por si esa maqueña cría desea regresar
mientras su madre encuba los huevos en otra jaula.
Por fin llego la ansiada
primavera.