Zurich, 4:55 de la madrugada, la lluvia fue incesante toda
la noche, aun llueve, el pronostico del tiempo dice que todo el día seguirá igual.
Gris, lluvioso y con intervalos de fuertes precipitaciones.
El semáforo en rojo, el embarcadero del lago, un nuevo
día y me pregunto que sentido tiene todo esto. Para un plato de comida, porqué
a estas horas, ya he desayunado, me he lavado, aunque hoy fue más peinarme y
darme un aguilla en los ojos. He dado los buenos días en mi red social, he
cantado, he recorrido 15 km. y sigo
hacia adelante.
Quizás este Sebastián no habría que publicarlo. Quizás este
Sebastián habría de callarlo, pero es el mismo de cada momento. Algunas mañanas
me da por pensar mientras me dirijo al trabajo y quizás hoy sea uno de esos días,
en que la cabeza no para de hacerse preguntas. Ya te he mandado el mensaje de
rigor, te he dado los buenos días, ya he dejado tras de mi 15 km, y me quedan
aun unos 20 para llegar al trabajo.
Semáforo en verde. Retomo la marcha ahora todo el camino
por la milla de oro de Zurich, a derecha viviendas, a izquierda viviendas y el
lago, barcos, veleros y las luces del otro lado del lago me acompañan. Una
parada en la gasolinera, pan recién hecho, hoy será el de semillas. Un café frio,
de estos que venden en basos de plástico, hoy tomare un expresso.
El amanecer se acerca, las claras del día comienzan a
cambiar el negro de la noche.
Que hago a estas horas por estas calles y por estos
lugares?? Donde el gallo canta su kikiriki, pero las personas no te dan los buenos
días, si no el Guten Morgen
Recien llego a la obra, el día se presenta duro, cansino
y quizás mas que húmedo. Comienzo a desaguar cimentaciones, estas tierras resumen
agua por todas partes, quizás por ello la capa de piedra que hay bajo cada
cimentación. Pronto han dado las 9 y la pausa del café te deja entrar en calor,
el calor de la estufa de la barraca. Retomas el
trabajo, prontas suenan las campanas de la iglesia cercana y sabes que
son las once de la mañana, mas rápido llegan las doce del medio día. Paras a
comer, te refugias de la lluvia incesante. No maldices como los demás
compañeros, cantas, cantas y estas feliz.
Retomas el trabajo, la lluvia no cesa, el fango te llena
las botas, has de cambiarte de calcetines. El laser parece que hoy esta a tu
lado, y la maquina excavadora también, las medidas van exactas. Te quitas el
casco, para secarte el agua-sudor de la frente, miras al cielo y clamas en
silencio la ayuda de dios, para que se marche la lluvia. Desde la una hasta las
cinco, las horas se hacen mas pesadas,las fuertes precipitaciones, hacen que te
acobardes, pero has de sacar mas fuerzas de donde no las tienes…
Dieron las cinco de la tarde. Te encaminas a la barraca,
aun cantas, los demás compañeros maldicen, increpan al cielo, pero tú abres
nuevas esperanzas.
Ya solo te queda
poco mas de una hora para llegar a casa. Enciendes la calefacción del coche,
vuelves a los atascos, semáforos en rojo, miras la gente pasar por los pasos de
peatones, retomas la conversación solitaria que traías de madrugada. Te preguntas,
merece la pena todo esto para un plato de comida??, lo merece??
Llegas a casa, has de preparar la cena, la comida de
mañana, has de ducharte, has de coser ese pantalón de trabajo, porque necesitas
tener dos en la obra, por días como hoy… todo lo dejas, todo lo abandonas. Entras
por la puerta y saludas la foto de esa niña en su primera comunión, conectas el
ordenador. Después te quitas la mochila, miras a tu alrededor y das gracias
por el día vivido. Mientras el ordenador
se carga, te quitas los zapatos, desnudas de calcetines tus pies y tomas un
gran cubo de agua caliente, al que añades sal y después metes tus cansados pies
en ella. Ya ha conectado el ordenador, vuelves a mirar la foto de esa niña, las
lagrimas casi afloran a tus ojos, que cansados desean cerrarse. Pones esa canción
que te llena de vida y te dice ALEGRIA. Esa canción que se ha vuelto el imno de
tu vida. Conectas Hotmail, aun no llego ella, tienes tiempo para ir preparando cosas, suena el wasap, mi sobrina Lucia me escribe, has
terminado de preparar la comida de mañana, serán sándwich y algo de ensalada, será
un poco de cada cosa. Llegas tú, llega ella, cocinas la cena casi en directo,
la presentas de la mejor forma que puedes dentro de tus limitadas
posibilidades, haces de una pequeña cena un acontecimiento y de repente tras comer,
el dios MORFEO, haceque se te acaben las fuerzas.
Antes de rendirte a sus brazos, no olvida decir en voz
alta:
Gracias Andrea, por darme las fuerzas para luchar día a
día. Gracias Lucia, por darme las conversaciones que mi hija no puede darme y sentirme feliz de
saber de vosotros.
GRACIAS LAURA GONZALEZ,
por haberme escuchado todo este tiempo, por haberme comprendido y sobre
todo por ser tú.
Morfeo me llama de nuevo, antes de caer en sus brazos,
comprendo porqué tiene sentido en mi vida, todo lo que a diario vivo. Gracias
vida por hacerme merecedor de tu día a día.
Morfeo me llama por tercera vez, algunos días como este, no me da tiempo
a despedirme de ti, perdóname, pero el Dios Morfeo me llamó. Buenas noches y
hasta mañana. En poco mas de 5 horas despertare a un nuevo día y seguro mi
compañero de cama será mi ordenador, mas de un día amanece junto a mi y me
pregunto: cojones otra vez me dormí con él encendido??
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